Si te enfrentas a dificultades económicas tanto como persona física como si representas o eres propietario de una sociedad mercantil o civil, quizá te preguntes si deberías declararte insolvente. Aunque ciertamente se trata de un paso drástico, hay casos en que puede ser la mejor opción.
Sin embargo, antes de tomar la decisión, es importante comprender la ley que regula la insolvencia. Hoy en día, tras las reformas que la Ley Concursal y otras complementarias de esta, existen soluciones, cauces y procedimientos que pueden, incluso, alcanzar la exoneración de las deudas para el deudor si se cumplen determinados requisitos. Es importante conocer los plazos para que, tan pronto aparezca la enfermedad o sus síntomas, sirva el símil, el abogado debe acudir a la prescripción de soluciones rápidas y eficaces para evitar perjuicios mayores para los socios, acreedores y representantes legales.
Un proceso concursal puede ser largo y tedioso y repleto de incidentes o puede ser rápido y eficaz a la hora de alcanzar objetivos; estos son: el pago a el mayor numero de acreedores, evitar la responsabilidad del órgano de administración y generar el menor perjuicio a los socios.